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INDUCE diseña una metodología innovadora para impulsar la eficiencia energética en el sector de la alimentación y bebidas

CIRCE coordina este proyecto H2020 que explora el ahorro potencial que supone para las empresas implantar un sistema de gestión energético

El desarrollo de auditorías e implementación de sistemas de gestión para el ahorro de energía permiten a las empresas identificar oportunidades que mejoren su desempeño energético. En España, según recoge el Real Decreto 56/2016, de 12 de febrero, en el que se transpone la Directiva Europea 2012/27/UE, relativa a la eficiencia energética, a lo referente a auditorías energéticas, las empresas que no sean PYMES tienen la obligación de llevar a cabo una auditoría energética, o bien disponer de un sistema de gestión de la energía certificado. 

Pero, el potencial de ahorro conseguido al disponer de un sistema de gestión energético no solo lo tienen las no PYMES, sino que cualquier empresa, de cualquier sector, puede conseguir mejorar y optimiza sus consumos energéticos. 

CIRCE - Centro Tecnológico, dentro de su experiencia de más de 15 años realizando auditorías energéticas y de implantar sistemas de gestión, ha ido un paso más allá gracias al proyecto europeo del programa marco H2020, INDUCE, que coordina. 

Se ha podido apreciar y verificar que la aplicación de muchas de las recomendaciones que se realizan a través de una auditoría energética no está garantizada, ya que su efectividad recae en el comportamiento de los empleados, que depende de aspectos organizativos, estructurales y culturales. A través de un sistema de gestión, estos aspectos son considerados, y al abordarlos, los resultados son mejores y, además, medibles. 

A su vez, dado el objetivo de mejora continua, los resultados son continuados en el tiempo, y gracias al sistema de gestión, revisados periódicamente. 

El propósito de la implantación de un sistema de gestión de la energía, va más allá de los tradicionales estudios energéticos, ya que permite a las organizaciones establecer procedimientos sistemáticos y herramientas para la mejora continua del desempeño energético, traducidas en, entre otras actividades, un plan de acción energético, incluyendo mejoras en diferentes campos como la eficiencia energética, el uso de la energía, y el fomento de las energías renovables, favoreciendo así planes de inversión con una elevada rentabilidad. 

El proyecto INDUCE responde a esta necesidad mediante el desarrollo e implementación de una metodología que incluye herramientas e intervenciones ad-hoc para la motivación y fortalecimiento de los actores clave de la empresa que participan en la consecución de un comportamiento y una cultura energéticamente más eficientes. Esta metodología ha sido concebida para ser fácilmente adaptable a diferentes empresas y sectores basándose en un enfoque de Diseño Centrado en el Humano (HCD en sus siglas en inglés, Human-Centered Design). 

El proyecto, que finaliza en julio de 2020, ha definido y validado la metodología INDUCE en el sector de alimentación y bebidas, que, al inicio del proyecto, en febrero de 2018, fue identificado como el sector con mayor potencial de reducción de intensidad energética en 2050. 

Además, la mayoría de las actividades de demostración se han realizado en el subsector agroalimentario, responsable de más del 67% de las emisiones de gases invernadero procedentes de la industria alimentaria y de bebidas. Esta implementación se ha llevado a cabo en empresas de España, Francia, los Países Bajos y Alemania, que representan el 46% de las empresas de alimentación y bebidas en Europa. 

En el caso de España, se ha contado con la colaboración de FIAB, Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas y han participado 5 empresas del sector, Grupo CARINSA, ALDELIS, CAMPOSEVEN, Go FRUSELVA y MAHOU-SAN MIGUEL, siendo el total de 14 empresas las que han colaborado entre todos los países involucrados. 

La diversidad entre empresas de distintos países, tamaños, actividades y sobre todo diversidad organizativa, han ayudado a desarrollar y validar una metodología versátil, que actualmente está en fase de replicación, para generar y establecer una cultura energética a todos los niveles de una organización, principalmente industrial. 

La metodología aplica un enfoque basado en el Human-Centered Design, que, junto con un sistema de gestión energética, que puede estar basado en la ISO 50001:2018, ayudan a abordar aspectos organizativos, estructurales y culturales para que el impacto y la efectividad de cualquier medida o acción para la mejora y optimización de los usos energéticos sea mayor y perdure en el tiempo. 

Así pues, se han diseñado estrategias para el cambio de comportamiento de los usuarios en materia de energía como el desarrollo de medidas para la mejora de la eficiencia energética de las empresas del sector de la alimentación y la bebida, vinculando la transferencia de conocimiento sobre la eficiencia energética con modelos de cambio de comportamiento y organización, de modo que se establezca una cultura energética y un entorno propicio para el cambio. 

Específicamente, Fundación CIRCE lidera el diseño de la metodología INDUCE y de los materiales de formación que han sido utilizados en el desarrollo de los programas de capacitación ad-hoc de acuerdo con las necesidades y oportunidades detectadas de las empresas para aumentar su eficiencia energética. 

A su vez, ha llevado a cabo todas las actividades de formación en España. Para ello, dentro del proyecto se han realizado diferentes actividades, todas ellas testeadas con las empresas piloto. Inicialmente, y con el objetivo de identificar las mejores prácticas disponibles en el sector, y recopilar información sobre su implementación, el proyecto realizó una evaluación de los cursos y programas de capacitación existentes y más relevantes para mejorar la política corporativa de las empresas hacia la eficiencia energética. 

Esta evaluación se efectuó poniendo especial atención a las iniciativas llevadas a cabo en el sector agroalimentario. En base a esta información, y combinando lecciones aprendidas de programas anteriores, el proyecto ha impulsado la eficiencia de los recursos formativos existentes y desarrollado nuevos formatos y material de capacitación. 

La metodología INDUCE incluye un conjunto de intervenciones mejoradas y nuevas para el desarrollo de cursos ad-hoc capaces de impulsar la aceptación por parte del mercado de productos y servicios energéticamente eficientes en la industria. Todos los estudios previos, análisis de herramientas disponibles, proyectos previos relacionados y el material de formación realizado, disponible en inglés, y en los distintos idiomas del proyecto (español, holandés, francés y alemán) se encuentran recogidos en la plataforma INDUCE (https://www.energyefficientfoodindustry.eu/). 

Una vez validada la metodología INDUCE y el programa de desarrollo de capacidades en las empresas piloto, se han llevado a cabo cursos en cada uno de los países involucrados para formar a 60 personas, técnicos relacionados principalmente con el sector agroindustria, convirtiéndose en formadores de la metodología INDUCE y que, como parte del programa de formación, han de poder replicar la metodología en nuevas empresas. Estos capacitadores serán parte de la comunidad INDUCE formada por expertos que ayudarán a las empresas a conducir el cambio hacia una cultura de eficiencia energética. La metodología como se ha indicado anteriormente se basa en el enfoque del Diseño Centrado en las Personas, para diseñar formación o intervenciones ad hoc en las industrias o empresas, que alinee la motivación de los empleados con una cultura de eficiencia energética. 

La metodología está compuesta por cuatro fases:

 

Fase I – Inspiración (Escucha): estudio de las necesidades, intereses, expectativas y deseos de las empresas y sus empleados. Para ello se han llevado a cabo distintas actividades:

  1. Análisis de la empresa: (entrevistas y encuestas) para identificar las principales barreras y oportunidades a los que se enfrenta la organización, así como para identificar roles organizativos relevantes en relación con la eficiencia energética.
  2. Evaluación energética: a partir de auditorías o evaluaciones energéticas anteriores, medidas de eficiencia energética ya desarrolladas o planificadas, datos de mediciones anteriores y operaciones de mantenimiento y diagnósticos obtenidos con herramientas de autoevaluación energética.
  3. Análisis cultural: (encuesta) para identificar dimensiones culturales que influyan en la comunicación entre estratos en la organización.

Fase II – Conceptualización (Crea): generación y testeo de un prototipo de programa de capacitación. En esta fase, se comparte con la empresa los resultados obtenidos de la fase I para generar un programa o diseño de capacitación acorde a ellos. Se planifican los cursos, duración, público objetivo, temas a abordar, etc. Para la formación se emplea el enfoque o práctica educativa Lesson Study, para poder analizar y examinar cómo se imparte la formación y si es válida en cada situación, aplicando el método de mejora continua que promueven los estándares internaciones de los sistemas de gestión, pero particularizando solo en la parte de formación. De esta forma, se valida el prototipo generado. 

Fase III – Implementación (Entrega): ejecución del programa de capacitación definitivo. A través de los resultados del testeo en la fase anterior, se mejora y se perfecciona el programa de formación, afinándolo para definir el programa final que podrá ya ser usado por cualquier formador en cualquier empresa. 

Fase IV – Monitoreo y evaluación: como parte de la mejora continua, se promueven la realización de encuestas, entrevistas y un análisis del impacto tanto a nivel organizacional como energético que la formación ha tenido sobre la empresa una vez realizada. 

Una vez finalizada la implementación de la metodología, se puede determinar las necesidades y las expectativas que una empresa puede tener en relación con la implantación de un sistema de gestión, y todo lo que le puede aportar en su día a día. 

El proyecto INDUCE está en su fase final, analizando los impactos generados, aunque, según datos de la Organización Internacional de Normalización (ISO) y según la propia experiencia de Fundación CIRCE, con la implantación de un sistema de gestión de la energía se pueden alcanzar ahorros de entre el 5 y el 30%, pero, a través de este nuevo enfoque que el proyecto INDUCE ha desarrollado, se pretende que el esfuerzo de implementar un sistema de gestión sea menor, y que su impacto dentro de la organización sea mayor.

Eficiencia y descarbonización
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