Impulso al reciclaje químico en la UE: nuevas regulaciones y tecnologías innovadoras

El reciclaje químico está ganando un impulso significativo como un pilar crucial para avanzar hacia una economía circular más robusta. El mercado de este tipo de reaprovechamiento está en expansión, especialmente en Europa, donde se espera que cerca de 50 nuevas plantas comiencen a operar en los próximos años. Este crecimiento demuestra el potencial de las soluciones innovadoras de reciclaje para adaptarse y ser económicamente viables a gran escala.

Actualmente, en la UE se está debatiendo una nueva legislación que podría establecer un marco regulatorio más claro y favorable para el reciclaje químico, lo que podría suponer un punto de inflexión. Esta regulación está diseñada para reconocer y apoyar las capacidades únicas de este tipo de tecnología.

Las decisiones regulatorias europeas serán determinantes para el futuro del reciclaje químico. Una regulación clave en discusión es la metodología de cálculo para el rendimiento del reciclaje, conocida como «Fuel Use Exempt». Esta regulación podría permitir que productos como el aceite de pirólisis sean contabilizados como plástico reciclado, lo que tendría implicaciones significativas para la industria, permitiendo una mayor flexibilidad en la incorporación de materiales reciclados en nuevos productos.

Aunque el reciclaje químico enfrenta desafíos como la tolerancia a las impurezas y la necesidad de un marco regulatorio claro, su capacidad para procesar plásticos que no son adecuados para el reciclaje mecánico lo posiciona como una solución prometedora para incrementar las tasas de reciclaje y reducir la dependencia de recursos vírgenes.

En CIRCE – Centro Tecnológico llevamos años explorando y apoyando el desarrollo de tecnologías de reciclaje químico que complementen los métodos tradicionales, asegurando que cada innovación contribuya al mismo objetivo común. Aplicamos procesos como la solvólisis, la pirólisis o la glicólisis -todas ellas asistidas por microondas– para valorizar residuos compuestos por materiales complejos como las palas de aerogenerador, placas solares o textiles, permitiendo reutilizarlos posteriormente.

La sinergia entre el reciclaje mecánico y químico

El reciclaje mecánico, conocido por su eficiencia energética y costo-efectividad, es excelente para procesar desechos plásticos limpios y homogéneos. Sin embargo, enfrenta limitaciones cuando se trata de plásticos complejos o altamente contaminados. Además, existe un límite en la cantidad de veces que un material puede reciclarse mecánicamente, ya que sus propiedades se degradan a lo largo del proceso. Aquí es donde el reciclaje químico entra en juego, ofreciendo una solución poderosa al poder procesar una gama más amplia de plásticos y transformarlos en productos de alta calidad, equiparables a los materiales vírgenes.

Esta complementariedad no solo aumenta las tasas de reciclaje, sino que también maximiza la circularidad de los plásticos. Un paso esencial para reducir nuestra dependencia de los recursos fósiles vírgenes y mitigar la contaminación plástica.

Enfoque colaborativo

En CIRCE, no solo participamos activamente en el desarrollo de tecnologías de reciclaje avanzadas, sino que también promovemos la colaboración entre diferentes actores de la cadena de valor del reciclaje. Este enfoque colaborativo es crucial para superar los desafíos del mercado y tecnológicos, asegurando que se traten los desechos de la manera más adecuada según sus características y la calidad del producto final deseada, especialmente en un momento en que la regulación está evolucionando. Gracias a esta colaboración, el centro tecnológico aragonés está participando en algunos proyectos europeos de gran relevancia como Plastice, Redol, Cubic, Digintrace y Refresh.