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3 claves para un consumo eficiente del agua en los centros de datos

A través de la innovación y la optimización es posible avanzar hacia operaciones más sostenibles y eficientes. CIRCE - Centro Tecnológico se posiciona como un aliado estratégico para enfrentar estos desafíos

Los centros de datos se han convertido en el corazón de la infraestructura tecnológica global. Estas grandes instalaciones son fundamentales para el funcionamiento de Internet, el almacenamiento de datos y el soporte de aplicaciones críticas. Sin embargo, detrás de su funcionamiento ininterrumpido, se esconde un desafío significativo: la sostenibilidad. La operación de centros de datos requiere grandes cantidades de energía y agua, lo que genera una considerable huella hídrica y de carbono. 

A través de la innovación y la optimización, es posible avanzar hacia operaciones más sostenibles y eficientes. En este contexto, CIRCE - Centro Tecnológico se posiciona como un aliado estratégico para enfrentar estos desafíos y liderar la transición hacia un futuro más verde. 

¿Qué es la huella hídrica? 

La huella hídrica es una métrica que refleja el volumen total de agua utilizado, directa o indirectamente, para producir un bien o servicio. En los centros de datos, esta huella se manifiesta principalmente a través del uso de agua para la refrigeración de servidores y para la generación de energía, que mantiene las operaciones en marcha. Dada la creciente demanda de servicios digitales, la necesidad de agua en estos centros es cada vez mayor, lo que hace crucial una gestión eficiente y responsable de este recurso. 

¿Por qué es tan importante la huella hídrica en los centros de datos? 

La relevancia de la huella hídrica en los centros de datos no puede subestimarse. Más allá de su impacto directo en los recursos hídricos locales, una alta huella hídrica puede aumentar los costes operativos y poner en riesgo la sostenibilidad a largo plazo de las instalaciones. Por lo tanto, abordar este desafío es esencial no solo desde una perspectiva ambiental, sino también económica y operacional. 

Es por ello que no debemos olvidar dos indicadores importantes a la hora de abordar este reto: la WUE (eficiencia en el uso del agua) y la PUE (eficiencia en el uso de la energía. Abordarlas de forma combinada permite a los centros de datos a minimizar el uso de recursos mientras maximizan el rendimiento. Existen diversas tecnologías clave que impulsan la eficiencia energética y la sostenibilidad en centros de datos, ayudando a reducir su impacto ambiental.

Más allá del cálculo de la huella hídrica 

La reducción de la huella hídrica es un paso esencial hacia la sostenibilidad de los centros de datos. No se trata solo de reducir el consumo de agua, sino de mejorar la eficiencia operativa en general. Los sistemas de refrigeración, que son los principales consumidores de agua en los centros de datos, también son responsables de una parte significativa del consumo energético. Al optimizar estos sistemas, se puede lograr una reducción simultánea en el uso de agua y energía. 

Además, la eficiencia en el uso del agua puede mejorar la resiliencia de los centros de datos ante posibles escaseces de recursos hídricos y cambios en las regulaciones ambientales. De esta manera, los operadores no solo cumplen con las normativas, sino que también se posicionan como líderes en responsabilidad ambiental, un aspecto cada vez más valorado por inversores y clientes. 

¿Cuáles son las estrategias más efectivas para reducir la huella hídrica en los centros de datos? 

Reducir la huella hídrica en los centros de datos requiere un enfoque multidisciplinar, que abarca desde la implementación de nuevas tecnologías hasta la optimización de procesos existentes.  

Las estrategias más efectivas: 

  1. Tecnologías de refrigeración avanzadas: 

  • Enfriamiento adiabático: utiliza el proceso natural de evaporación del agua para enfriar el aire, lo que permite una reducción significativa en el uso de agua en comparación con los sistemas de enfriamiento convencionales. 
  • Enfriamiento por aire y líquidos no acuosos: estos sistemas minimizan o incluso eliminan la necesidad de agua, utilizando en su lugar aire o fluidos especiales que permiten una disipación eficiente del calor. 
  1. Reutilización y recuperación de agua: 

  • Sistemas de recuperación de agua: a través de la captura y reutilización del agua utilizada en los procesos de refrigeración, los centros de datos pueden reducir su dependencia de fuentes de agua fresca. 
  • Reutilización de agua residual: el agua tratada y reciclada puede ser reutilizada en el proceso de enfriamiento, disminuyendo la demanda de agua nueva y reduciendo la huella hídrica global. 
  • Simbiosis industrial: colaboración entre empresas para reutilizar el agua, minimizar el agua contaminada, optimizar el uso del recurso y desarrollo de tecnologías sostenibles. 
  1. Optimización del diseño y operación: 

  • Monitorización y gestión del consumo de agua: la implementación de tecnologías de Internet de las Cosas (IoT) y sistemas de gestión avanzados permite monitorear en tiempo real el consumo de agua, identificando oportunidades para mejorar la eficiencia y detectar fugas o ineficiencias. 
  • Diseño arquitectónico eficiente: la planificación adecuada del flujo de aire y la disposición de los servidores puede reducir la necesidad de enfriamiento adicional, optimizando así tanto el uso de energía como de agua. 

La reducción de la huella hídrica en los centros de datos no es solo una cuestión de sostenibilidad ambiental, sino también de eficiencia operativa y viabilidad a largo plazo. Por ello, desde CIRCE – Centro Tecnológico ayudamos a los centros de datos a afrontar la reducción de su huella hídrica dentro de su estrategia de eficiencia energética y de los recursos. 

 

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